Síndrome de abstinencia

Existe el síndrome de abstinencia a toda sustancia adictiva, consiste según la Lic. Raquel María Kamm Ramírez, «en el conjunto de síntomas que se da por reacciones físicas o corporales causadas por la reducción,  total o parcial del consumo de sustancias.

Es importante señalar que para que se produzca un síndrome de abstinencia debe haberse desarrollado neuroadaptación a la sustancia.

Neuroadaptación es un cambio del funcionamiento neuronal que se produce cuando los receptores son ocupados por cantidades excesivas de una sustancia psicoactiva. Es un estado transitorio y autolimitado.

Las funciones mentales que se afectan más frecuentemente durante la abstinencia son el estado afectivo y el comportamiento, alteración del nivel de consciencia y la percepción.»

Dependiendo a qué sustancia eres adicto depende los síntomas varían. Fluctúan entre dolores de cabeza, ansiedad, nerviosismo, sed, falta de concentración, irritabilidad, u en alcohol y drogas hasta el delirium tremens que es terrible.

Cuando eres adicto a una persona o alas emociones que vives o de quiene has has sufrido abuso (perpetrador o persona tóxica) es igual. Sufres mucho. Primero como con cualquier adición, primero hay que ir admitirlo.

Después el alejarte te produce dolor mental, la separación, el duelo, el rechazo de social de alguien. Después las sustancias que produce el cerebro como oxitosina, noradrenalina, serotonina y dopamina que produce el cerebro en el centro de recompensas y placer cuando te vinculas con alguien. Cuando dichos vínculos se rompen, se abre la llave del cortisol y la adrenalina que te hacen estar en un estado de pelea o corre con estrés oxidativo.

Cuando hay abuso vives con los nervios de punta y claro mo caminando en cascarones de huevo esperando a que en cualquier momento arda Troya. Cuando no, se activa el centro de recompensas y se vive de manera muy jodida y loca. Estás esperando eso subir de nuevo.

Además hay que lidiar con la pérdida de la pareja, si hay hijos familia o padre de tus hijos, las pinches fantasías que te mete Disney, las canciones desde la necesidad con las que creces, el volver a encontrarte a ti mismo, sin el otro, encontrar quién eres y tener tu propia identidad y sin él, no es fácil. Yo ya no sabía ni qué me gustaba… entonces es la pérdida de tu vida anterior y de tu yo de entonces. Es mucho tiempo de duelo, y solo se sobrevive un duelo con tiempo, mucho cuidado propio, proceso trabajo interior y con el amor de familia o amigos incondicionales. No conviene entrar a otra relación sin haber dañado dichos duelos, pues es muy probable que atraigas a alguien similar por conocido y que se vaya a suscitar algo similar o peor.

Yo puedo decir que happy 27-28 de junio (1 año 10 meses y medio de haber salido de mi casa y lugar) y que es luna llena, quemo y dejo libre mi pasado y estoy dispuesta ya a tan solo ir hacia el futuro viviendo el presente. Honrando mi pasado pero ya no dándole entrada a nada negativo o que me detenga, que me pese, que me haga vibrar bajo.!Ya no quiero hablar con el, saber nada de él. Le deseo buena suerte, mucha luz, ojalá sane sus heridas profundas y encuentre algo que le guste y alguien que lo quiera y que madure para algún día, si ellos así lo quieren y deciden, lo pueden ver.

Bendito Dios y el Universo que me dieron la fuerza y los huevos para salir de ahí y no regresar, de dejar todos mis apegos y buscar ser mejor persona cada día con más amor. Estoy segura que todo se dará por añadidura.

Por lo pronto, colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Un nuevo capítulo en mi vida comienza.

Juegos de la mente

Normalmente estoy bien, o me siento bien, hago un buen trabajo por estar positiva, agradecer, vivir en el presente meditar, ir avanzando en lo que puedo, día a día, apreciar lo logrado, no desesperarme.

Pero a mis hijos no los engaño. Hay días que no quisiera salir de mi cama, de mi cuarto donde tengo amontonada la ropa sucia, los papeles, los sentimientos y las emociones. Libros por leer, cosas que me gustan por hacer, ejercicio, limpiar colgar los cuadros… todo sigue igual…Ellos son un reflejo de mi, el centro verdadero de mi.

Ya empecé mi nuevo ciclo y el Año Nuevo y todo sigue igual. Quiero tapar el sol con un dedo pero no. No estamos bien. Estamos aún tristes, con enojo atrapado que sale cada vez que alguien pierde la calma. Y eso se extiende a mi familia de origen, que sigue igual, jodida de heridas sin sanar.

Mi pasado no me define, ni vivo en el, pero como olvidar tanta mamada que he vivido, si en muchos aspectos fue peor que el infierno de Dante. Soledad concurrida, violencia doméstica perpetua, dolor en el alma, padre y madre ausente (por qué no tenían herramientas para ser diferentes) enfermedades mentales, desórdenes de personalidad, alcoholismo de mi papá, de mi abuela, suicidio de mi papá, pareja abandonada, abusada, victimizado a la N y dañadas y elegí no verlo. Elegí seguirlo viviendo mientras escalaba de manera desmesurada, invisible, insufrible. Nunca nadie me había hecho sentirme Yam mal, tan muerda, tan vio, tan desvalidada, tan ninguneada, abusada, etc. Eso que mi hermano también tiene su personalidad neurótica y violenta.

Ahora seguimos los 3, buscando una mejor vida, pero heridos profundamente. Necesito agarrar más fuerzas para darles un mejor ejemplo. Ya está fuera de control el chamaco. Es la 1:20 AM y sigue despierto.

He decidido que no quiero hablar con el, el habla o no cuando le da la gana, yo igual. Además yo sé que no hay nada que arreglar, no tengo nada que ganar o perder, no me puede ni venir a buscar.

Yo y mi buen ser de dar luz, me pongo de pechito. Ya mañana no voy a salir si no quiero de mi cuarto, a la chingada…me siento mal, me estoy hundiendo y hoy no quiero pretender que estoy bien. No lo estoy…

Me duele ver a mi niño triste, desmotivado, sin ganas de nada. Me jala para abajo y ya no sé qué hacer, más que alejarle a los pendejos tóxicos a decirle si a la gente vitamina, no a los putos vampiros tóxicos.

¡Basta!

Gratitud y emociones

Ayer fue la cena en el centro que hemos ido a terapia por más de un año ya; Family Violence Prevention Services. Es la segunda cena a la que asistimos. La dona otra sobreviviente desde hace 4 años para darle de regreso al lugar que tanto le dio.

A mi me ha dado tanto en un año, para mi ha sido el espacio de abrazar mi estado de enfermedad, reconocer cómo fui víctima validar mi sanidad, reencontrar mi voz, el apoyarme en profesionales para que ayuden a mis hijos y el encontrar esa comunidad, familia de mujeres que me mostraban que no estaba sola y como había peores situaciones que la mía y cómo realmente tuve suerte de lo bien que pude salir y estamos.

Veo caras que me lo recuerdan, veo el horror de las caras como cuando yo llegué, otras que ya han pasado años y que siguen sin sanar, y otras que están mucho mejor pero batallando.

Ayer me volvió a conmover la señora que lo organiza cuando se le quebraba la voz compartiendo que ahora su hija está en proceso de sanación y sobrevivncia. Fue conmovedor que dos policías estuvieran presentes, nos dieran tips de qué hacer y cómo y simplemente que nos trataran todos los voluntarios tan bien. Tantas veces he estado del otro lado sirviendo y es hermoso, pero ayer me servían a mi, a mis hijos a mis amigas a las desconocidas que han pasado por algo similar.

Cuán suertuda soy, que llevamos 1 año 3 meses a salvo, bien, sanando. Hoy respiro mejor, tengo una familia muy cercana en mi hermana y sus hijos además de negocio, en las amigas que he hecho alrededor de la iglesia que es más por el espíritu y lo compartido, mi familia de sangre que me ha apoyado desde el primer día como nadie, mis amigos y amigas del alma que aunque estén lejos los tengo cerca, y todo lo que he vivido que me hacen ser quien soy hoy.

Hoy es el presente, es un regalo y lo vivo así, respirando, meditando, buscando día a día ser mejor persona, más despierta, más consciente y más coherente. Hago todo lo que puedo por que me dejen de importar las viejas emociones, ataduras, dejar de tener expectativas en la gente que solo me afectan a mi. Confío plenamente en mi intuición, en lo que creo, siento, en la energía, en Dios, el Universo, el Cosmos.

Dios está en mi y yo n cada quien, todos estamos conectados y es necesario pensar en el bienestar común incluyendo a todas las especies o simplemente no vamos a avanzar. Si yo ayudo a él yo voy a estar mejor, hay que ser bondadosos, generosos y todo vendrá poco a poco. De hecho ya llegó.

Hoy puedo ver a esa persona que llegó hace 1 año 3 meses y como estaba, se sentía y vivía en el terror. ¿Cómo llegué ahí? Poco a poco, comenzó con actitudes «insignificantes» que cada vez fueron intensificándose y que fui cediendo poder, control, mis gustos, mi manera de ser, creyendo qué tal vez si estaba mal. Siendo una persona buena y vulnerable, aunque era fuerte, me atraparon. Estuve mucho tiempo trabajando el perdón hacia mi a como fui tan tonta en caer en estar ahí, en quedarme tanto tiempo, etc. Y mi terapeuta me dijo algo hace poco (qué creo que mencioné antes) que me dijo que no me tenía que perdonar a mi por ser víctima, que no era mi culpa y me hizo tanto sentido, pues es lo mismo que culpar a la víctima de ser violada, por algo se es «víctima».

Por otro lado, me alarma el precepto general y la inequidad real, pues el valor de lo que hace la mujer no se valora el trabajo en la casa ni de limpieza, ni emocional, con los hijos con todos. El ser la que tiene la iniciativa de todo y qué hay que pedirle al fulano que haga algo, por piedad.

También me da más orgullo y puedo ver, a lo que mucho tiempo fui ciega. Mis amigas que me decían «es qué haces todo, llevas traes a todos, coordinas tu casa, estudias doctorado, trabajas, etc.» Siempre me rompía la madre, vivía más que estresada corriendo de un lado al otro y aún así el imbécil me ninguneaba, pendejeaba y demás. Hoy lo veo tristemente en muchas de mis amigas y otras les dicen, «es normal», no te preocupes, bla bla. Yo digo por adentro, no, eso es abuso. No necesitas que te peguen, pues eso ya es la cereza del pastel. Todo empieza de manera sutil, todo mundo, inclusive la víctima lo minimiza, a pesar de lo que nos hace se lo hacen sentir, todos lo normalizan y es una verdadera locura. 1 persona de cada 5 tienen algún desorden de personalidad del Grupo B que van a perpetrar, a abusar de mucha gente. Un número que se me grabó de una investigación académica reciente en cuanto a abusadores sexuales es que de estadísticamente uno abusa de 164 a lo largo de su vida. Una barbaridad… Así qué hay muchos locos y locas por doquier.

Es muy importante primero que nada quererte a ti misma, no buscar que alguien te complete. Si tienes esas heridas de infancia o de otra relación es preciso sanar, encontrar esa luz interior, tu poder superior, conectarte, confiar en ti y en tu intuición, escucharte, hacerte caso. Los focos rojos los vemos, solo decidimos no hacerles caso por preferencia y por sobrevivencia.

Hoy tengo a diversas amigas en situaciones de abuso y no lo ven, no lo reconocen como yo no lo vi, no lo reconocí. Aunque vives un infierno, te mantienes ahí y haces cosas que no te van a dejar salir de ahí, cómo compartir todos tus ingresos, no saber qué hace con el dinero, que él sea el principal proveedor tú nada y cuando te quieres ir no tienes crédito, nada a tu nombre o cómo yo que eso si tenía, pero mi crédito arruinado y que aún así, preferí dejarlo todo y empezar de cero. Siempre lo he hecho cargando al lastre, ahora lo haré de nuevo y mejor sola con mis chamacos.

En fin, me siento afortunada y yo lo pagaré a otras mujeres apoyando, siendo sutil, dando mi opinión en lo que pueda, sugiriendo abran una cuenta, hagan historial crediticio, tengan un plan B.

Dicen que el muchas mujeres no se vuelven a casar después de una ruptura y son felices, en cambio casi todos los hombres lo hacen muy pronto. El TRABAJO que implica una «pareja» en la cultura patriarcal es lo más cercano a la esclavitud para una mujer en su mayoría. Así es que si tú eres una persona felizmente casada, enhorabuena, disfruta el ser tan afortunada. Si ves focos rojos con tu gente querida, es muy probable que sean mucho peor de lo que crees o te pudieras imaginar. Escucha, acércate, hazle saber que estás ahí, que no está sola y si puedes muy sutilmente hazle valida sus sentimientos, escucha. Te hacen creer que estás loca y es reconfortante saber que no lo estás. No te desesperes, tenle paciencia, no seas radical con el aunque lo quieras cachetear. Si lo eres, solo se alejará de ti y pudieras ser la única diferencia entre la vida y la muerte algún día… si, aunque se oiga tan radical, así es.

Tengo 2 personas cercanas donde convivo seguido con el abusador. Con uno de ellos el efecto es tan fuerte en mi que hasta nauseas me dan. Es tan parecido a Él… todo mundo lo ve encantador, acomedido, buen padre, luchador, etc. Y a ella la va enfermando tanto que la va haciendo como el, ella va alejando a su gente cercana, se va aislando, metiéndose en problemas poco a poco, viendo moros con tranchete… te enferman. Aún recuerdo cuando mi amigo me dijo que no les gustaba cómo me trataba él, que les era muy incómodo y yo tan ingenua hasta le conté a él, me envenenó tanto en contra, me metió ideas y me hizo alejarme de él. Son magos en la manipulación y te van chupando la energía. Yo siento que el me ve, me atraviesa, me huele, me tiene miedo. Algo le ha dicho ella que el sabe que yo tengo criptonita para él. Él la ha golpeado, la está dejando en la ruina financiera, compra coches, todo, by the book. Las últimas 3 veces que la he visto a ella, me ha atacado, agredido, lo hace «sin querer», le tengo compasión, no la juzgo, yo estuve ahí, en el mismísimo infierno y por más que la quiera sacar, ese paso le toca a ella, hasta que esté fuerte y decida no más. Cuando me necesite, ahí estaré.

Casos como el de «la manada» infames… resulta que la víctima se lo buscó…

Increíble…

Jamás aburrido

Si no es uno es otro, medio entiendo por ir no puedo recoger mi cuarto. Demasiado esfuerzo allá afuera, si no es la hija, es el hijo, o el imbécil que sigue merodeando y haciendo sus solicitudes.

Es lo más difícil que me ha tocado, ayudar a gestionar emociones de dos personitas tan vulnerables. A veces llenas de razón, señalando faltas de mi carácter, de mi madurez. ¿Por qué aprendemos a ser sarcásticos, hirientes, en vez de comprensivos y compasivos?

Prefieren que el papá estuviese en la cárcel, que estuviese muerto, pero no ahí, cínico, exigente, pretendiendo que no pasa nada. Lo dicen con tanta claridad, que olvido a veces cuando yo estuve en su lugar y deseé lo mismo, era insoportable ese infierno. Pero ahora lejos, un año bien, y que lo sigan deseando es difícil. Yo no regresaría, no tengo la intención absoluta de hacerlo. Me provoca mal estar tan solo pensarlo, o si quiera considerarlo. Pero los entiendo. Fuimos despojados de una vida completa, de todo lo que nos era conocido, de todos nuestros referentes, nuestras personas y queridas, nuestras áreas de seguridad, y de todo. Pero no había de otra. La realidad en la que vivíamos era ya muy peligrosa, yo recibía maltratos diario mis hijos secundarios por mi, pero mucho maltrato emocional, psicológico, verbal y físico. Creo que de hecho tanta exposición a eso es lo que hace que la sanación sea más difícil.

En fin, hoy acepto, tengo mucho apoyo y una gran red de soporte que me quiere mucho y que es la única razón por la que pude salir. Aún así, es duro, me quiero dar por vencida, me desespero, veo fallas de mi carácter, de mi actuar, de mi persona y que no es tan fácil remediar. Me ha costado mucho trabajo aceptar pedir ayuda y la necesito, toda la que pueda, tenga. Ser una madre soltera que además repara daños de un ser tan dañado, tan perdido, es duro, es como ir saliendo de un hoyo negro. Pero veo la luz y sé que tengo todo para salir.

¡Allá voy!

Días buenos y otros no tanto…

Bien pero mal. Difícil entender…mal pero bien…le echo ganas, pero no es nada fácil…

Días buenos y no tan buenos.

En el proceso personal de ir hacia dentro de mí a cambiar esos miedos que tenía por amor, creo que voy avanzando, voy cambiando de hábitos, de manera de pensar, de sentir y de ser.
Podría decir que viví una ambivalencia intensa, llena de miedo a haberme equivocado. Una incoherencia entre mi lado izquierdo y el derecho de mi cerebro, un conflicto de bajo impacto entre mi mente y mi corazón.
En mi carencia profunda de vacío por mis heridas de infancia como consecuencia de una familia muy disfuncional heredada y transgeneracional.
Hoy puedo decir que en los últimos dos años (o un poco más) he aprendido lo que jamás había tenido idea. He aprendido del cerebro y la importancia de conocerlo, de física cuántica, de neurociencia, eligenética, meditación etc. Me encanta y todo me va haciendo click, me parece lógico y me siento tanto mejor. Sin embargo el haber vivido así y con esas emociones, hábitos y estados del ser por 40 años hace que aunque lo sepa y lo trabaje todos los días, mi cuerpo exija regresar a la costumbre y entonces tener emociones negativas. Para todos es más fácil irse al defalut y seguir en piloto automático. Sencillamente entiendo a los niños y me debo d tener más auto compasión. Hay días que no dan ganas de salir de la cama, y de verdad que si no fuera por los niños y mi amiga-hermana que es un ejemplo a seguir, no saldría de mi cama.
Lo vivido ha sido muy difícil de entender, sanar, y dejar atrás. El dejar todo lo conocido, lo «cómodo», lo familiar, las amigas que tengo desde el kínder, las de primaria, secundaria y prepa, universidad, trabajos, vida, doctorado, los contactos de trabajo y mi red profesional, las mamás de la escuela, los maestros, todo es un know hoy de tantos años. Mis hijos sus amigos de toda su vida, sus primos, sus cosas, su casa, el idioma. Es como si la vida nos hubiera arrancado, sacado de todo nuestro «confort» y por eso ellos diversas veces me han dicho que desearían que mejor Él estuviera muerto a sentirnos en ese limbo. Yo lo entiendo y concuerdo, pero cuando vivíamos allá, teníamos todo eso, pero una violencia emocional, psicológica, verbal, digital, física y financiera (y yo hasta sexual) que era sumamente cabrona, que era difícil respirar. Vivía en una nebulosa donde el tiempo se detenía y me permitía ver lo positivo mientras vivía esa opresión que me intimidaba y aterraba.
Hoy trato de llenar de amor, todos esos espacios de temor. Quiero además ser más divertida, pasarla mejor con los niños y darles mayores posibilidades de felicidad. Voy sanando poco a poco, ellos también, pero cada día hay altas bajas que me vuelven a poner en un lugar muy vulnerable y a los niños también. No son enchiladas lo vivido, y veo que los niños hasta tienen recuerdos o disparadores físicos como cuando explota algo en la cara de comida e inmediatamente empiezan a temblar. El papa los hubiera regañado mucho. Debemos dejar atrás eso, poco a poco, mientras ser más compasivos con nosotros mismos y ver cómo hemos avanzado.

La capacidad de disociación de la realidad como mecanismo de defensa

Ayer por fin, tuve mi primera terapia con la nueva terapeuta. El último día de Linda fue el 14 de julio y desde esa semana me pusieron en la lista de espera. Lastimosamente (como decía un querido amigo llamado Jason), hay muchas mujeres esperando oportunidad de tener terapia. A mí me darían prioridad. Solo obtuve el espacio de ayer, por comentarlo con la terapeuta facilitadora de los grupos de los jueves. Ella es quien me tomó como paciente. Además, con e trabajo que ahora tengo de voluntaria, me habían estado saliendo reuniones los jueves y casi no he podido ir hace tiempo.

Hubo eventos y fechas importantes y la verdad si me hacía falta procesar. Creo tener ya una claridad acertada e identifico más fácilmente las situaciones, emociones, estados del ser, etc. no es que aún los tenga bajo control, pero al menos puedo hacer un proceso de análisis y entender las situaciones.

Desde muy chica aprendí a sobrevivir disociando la realidad. La realidad era muy dolorosa, entonces yo me iba a mi mundo. Supongo que esto empezó cuando tenía como 5 años, pues me enfermaba mucho de pulmonías, yo quería que mi mamá estuviera más cerca de mi (ahora lo entiendo habiendo estudiado Gestalt y los introyectos en el cuerpo). Quizás empezó antes, cuando mi abuela materna murió. Yo no recuerdo nada, pues tenía menos de 2 años, pero al poco tiempo mi mamá se volteó en la carretera a Cuernavaca y no traía cinturón de seguridad. Su camioneta fue pérdida total. Estuvo en cama mucho tiempo y creo tener un vago recuerdo de eso. Seguramente el problema del alcoholismo comenzó, pero yo no sabía qué pasaba. Había noches que la música estaba a todo volumen. Recuerdo una vez que intenté salir pedir que le bajaran y en vez de irme a la puerta me fui hacia las cortinas y no podía abrir, ya que no encontraba la puerta. Fue muy frustrante y recuerdo que fue la primera vez que sentí miedo de mi papá y enojo con mi mamá porque no había nada. Yo solo quería dormir…

De ahí que recuerdo eventos, borracheras en viajes, situaciones incómodas donde todos aprendimos a no decir nada. Creo que las veces que decía algo nos iba peor. «Calladito te ves más bonita» dice el dicho. Por un lado nos llevaban a lugares lindos, por otro nos mantenían allá. Recuerdo que cuando ya iba en 5to de primaria la cosa iba muy mal. Mi mamá fue a hablar con la maestra para explicarle la situación y qué tal vez por eso yo estaba vulnerable. Creo que para entonces ya manejábamos los términos del alcoholismo, enfermedad crónica, incurable y mortal.

Hoy entiendo que mi mamá no tenía idea de cómo manejar la realidad más que disociando, algo que le aprendí a la perfección. Mi abuela divorciada de un hombre abusivo que solo la aisló llevándosela a vivir a Cuernavaca, Morelos en México y quitó todo lo que pudo, excomulgada (un tanto trazumada) y vuelta a casar con un imbécil peor, que era doctor y abusaba de mi tío y les decía que ella tomaba porque quería, que podría parar cuando quisiera, pero que no los quería lo suficiente. El era doctor y además de mantenerla alcoholizada la drogaba. Mi mamá recuerda cosas muy diferentes a las que mi tío habla. Ahí aprendió ella a disociar. Entonces ¿cómo le podía pedir yo a ella que hiciera algo diferente cuando se dio cuenta que mi papá era una alcohólico? Hoy sé cómo se siente cuando ves la realidad más como es que como la prefiere ver, lo devastador que es que con quien te casaste representa lo último que querías pues representa lo más doloroso de tu infancia, de tu familia de origen. Es más que un cubetazo de agua fría. Ojalá fuera tan sencillo como escoger entre la cápsula roja o azul de The Matrix.

Es de lo más duro que hay y creo que es lo que mi papá no pudo aguantar y por eso se suicidó. Hoy estoy orgullosa de mi mamá, de cómo ha superado y crecido tanto. También estoy orgullosa de mi de cómo lo enfrenté con agallas por más doloroso que fuera, no podía ser peor del infierno en el que ya vivía desde hacía mucho tiempo y decidí fortalecerme para salir de ahí. Ah ¡qué cantidad de huevos tuve que comer!

Escribí un documento como con toda mi historia que no he puesto acá, pues aún no sé si lo van a publicar. Sin embargo, se lo mandé mami querida amiga Espe que me ha acompañado todo el camino. Antes de irme al retiro tuve un respiro y escuché sus mensajes. Estaba sorprendida de muchos detalles de mi vida que no conocía. Cuando me lo dijo ni me acordaba que se lo había mandado. Fue muy linda experiencia el reconocimiento, la validación que tanta falta me hace.

Está disonancia cognitiva que me acompaña, la llevo usando desde antes que tenía uso de razón, es un mecanismo emocional aprendido y re aprendido. Hoy en día, consideró haber despertado, tener otro nivel de conciencia del que tenía hace uno, dos y tres años definitivos, y sé que me falta mucho más, pero sigo teniendo que aplicarla. No siempre es mala, pero cuando uno se traga las emociones el cerebro crea síntomas y enfermedades que si no encuentras el para qué se instalan en diferentes partes del cuerpo. Hoy sé que mi problema de la vesícula y la pancreatitis que casi me mata, fue dada a que mi cuerpo empezó a reparar la podredumbre que tenía ya en la vesícula, con rencores y frustraciones de hace más de 10 años y eso hubiera tardado en sanarla. Además eran momentos extremos y la decisión médica de confianza fue sacarla. Pobre vesícula, cuánto aguantó. Otra pérdida que he tenido en el último año.

Mi terapeuta nueva, me conocía, pero no conocía toda mi historia. La volví a contar y en diversas partes volví a tener disparadores de tristeza y dolor, tanto trauma…ella me preguntaba cómo lo había sobrepasado, le dije que no sabía en realidad, que mi capacidad de minimizar las cosas y seguir adelante era brutal. Antes de irme me di cuenta cuando empecé a meditar y a hablar más de emociones en los círculos de mujeres cuan entumecida aún estaba. No sientes lo feo tan fuerte, pero tampoco lo bonito. También por eso mis problemas de sobrepeso. El tener una capa de grasa protectora en el segundo cerebro me ayudaba mentalmente, en el inconsciente por supuesto. Ahora eché estado lo más pesada que nunca, aún no termino de soltar.

Por otro lado, todo lo que he aprendido el último año ha sido que el regresar al pasado es solo estrés par mi cerebro, y solo un evento así de recuerdos, te baja la pila demasiado. El cerebro tiene tanto que hacer que solo conoce el presente y cada vez que piensas en algo, cree que lo estás viviendo de nuevo y ahí van todos los químicos necesarios. Aunque procesarlo ayuda. Hay que sacar el trauma del cuerpo.

La meditación, el leer, conocer más, todo me ha ayudado tanto. La gente que me quiere de antes y de ahora, todas, sin la manera de mi poder superior (para mi Dios) de decirme no estás sola, estoy dentro de ti, en todos, y siempre contigo.

Soy muy afortunada. Gente tan linda en nuestra vida.

Es mejor vivir aquí, hoy y el ahora que en realidades distintas para sobrevivir. La vida es buena y hay que seguir deshaciéndose de hábitos malos, cambiar el estado del ser. Mi lucha diaria que ahí va…

Un año

Como cuando los bebés cumplen un año, celebras y descansas. Ya pasó por lo más vulnerable y fuerte y ya las probabilidades de supervivencia son mayores. Hoy celebro un año de haberme salido de la prisión en la que viví. Más fuerte, más tranquila, con más amor y con unos adorables hijos por quien hago todo aunque a veces me enoje con ellos.

El cambio de espacio ha sido la labor desde el viernes y ha sido un suplicio y he tenido ataques de enojo, pero son cosas que yo debo de poder superar.

Gracias a mi querida amiga Naty, se quedan mis hijos con ella mientras voy a Dallas a comer con el Cónsul a conocer a la VP y de ahí a un retiro con una amiga que la última vez que la vi estábamos en 1ro de primaria, o al final. Teníamos 7 años cuando ella se fue a vivir a primaria.

Empecé a escribir ésta entrada el día que cumplimos el año (15/08/2017). Hoy 29/08/2017 estaba escribiendo la siguiente entrada. Pero creo que viéndolo en retrospectiva, fueron fechas difíciles, dignas de celebrar pero combinadas con el trabajo físico y emocional del cambio de domicilio… muchas emociones encontradas, coronadas con deseos del pequeño preguntando si podía hablar con Él. Lloré bastante, me victimize, medité me relajé, les exigí, ayudaron algo, les reclamaba, pero pensaba, son niños, pero sabía que aún así había cositas que podrían ayudar, entonces tanta incoherencia me desquició y agotó. Fue el momento perfecto para irme y descansar y que ellos también descansarán de mi.

Disfruté mucho del proceso del retiro, reconocí lo tanto que he aprendido, avanzado, lo agradecida que estoy de mi camino y de que tengo mucho que dar. También que aún tengo muchas emociones y traumas que procesar, pues no es menor lo que he sobrevivido.

Lo mejor de todo es que ya respiro mejor, pues la custodia de los niños de la Convención de La Haya ha caducado y no hay manera de que me los quite legalmente ahora.

Medité y recargué pila y agradezco infinitamente a Los Ángeles espirituales y humanos que me acompañan.

No hemos terminado de arreglar la casa. Una combinación de energía positiva y la flojera, apatía y procrastinación llegan y causan conflictos. A veces me siento culpable por no estar mejor ñ, jugar las con ellos, ser mejor madre. Pero soy humana y me caigo y equivoco también. Sigo lidiando con los pormenores de Él y su control imaginario que cree que aún tiene sobre mí.

Hoy me siento satisfecha, sintiendo que falta por sanar, pero contenta de lo mucho que hemos logrado en este año.

Relaciones sanas de pareja

Si existen, lo sé. Anoche conviví con varias y me dieron un tanto de esperanza en que si existen relaciones sanas aunque no veo muchas cercanas a mi. Me dio gusto, me da alegría tener amigas del alma nuevas con buenas relaciones y después del corazón roto. Hoy creo un poco más en el amor y en que lo merezco.

¿Qué es el perdón?

Tema controvertido, pero buscando la imagen que acompañará la entrada de mi blog, encontré 6 requisitos que me parecieron acertados.

«Luego de analizar los resultados en 755 personas, descubrieron las seis fases esenciales para un perdón sincero y fácilmente aceptable:

1. Expresión de arrepentimiento

2. Explicación de lo que salió mal

3. Reconocimiento de la responsabilidad

4. Declaración de arrepentimiento

5. Ofrecimiento de una reparación
6. Petición de perdón

Ahora me parece importante también conocer la intención para solicitar el perdón y que no se esté esperando algo a cambio. Ahí se pierde todo el sentido.

Yo perdono porque no merezco vivir con malos sentimientos, pensamientos o nada que me traiga pensamientos negativos, valoró demasiado mi estado del ser sano como para arruinarlo. Y a Él lo perdono, más no olvido lo que nos hizo. No por rencor, sino para recordar porqué lo mejor fue irnos, lo mejor es no regresar y dejar que todo caiga por su propio peso. No sé le pueden pedir peras al olmo.

Pero ese «yo ya te perdí perdón, ya no puedo hacer más» y el «pero también debes de aceptar tus culpas»…

Solo me queda decir, que ese será mi pesar, el dejar de auto juzgarme y de ser mi propia verduga de la vergüenza por lo que vivimos. No olvidaré tampoco, que mi mayor responsabilidad como Mamá es proteger a mis hijos menores de vivir esos horrores y que no hacerlo es negligencia, es muy grave. Yo sé de primera mano las secuelas y consecuencias que tiene el vivir y crecer en un ambiente tan hostil. Así que te perdono, pero no regresaré jamás, por mis derechos humanos, mi dignidad de mujer por los derechos de los niños y del que se quiera incluir. Es decir, 1, 2, 3 x mi y por todos mis compañeros.

El manejo de las emociones

Creo que es una de las cosas que más nos cuesta a los seres humanos. Si las emociones y los pensamientos son lo mismo, o las emociones causan ciertos pensamientos o estos causan las emociones… 

En realidad del cerebro y el corazón sabemos tan poco que ahora que se algo me parece un disparate no prestarle atención. Todo nos sería tanto más fácil, si nos conociéramos más desde hace tanto. Es decir, si tienes pensamientos obsesivos o te tiras al drama por algo que te pase (sea real o tu percepción-para el cerebro da igual) abre las llaves a los químicos más instintiva de supervivencia del estrés o «fright o fight». Harta adrenalina, cortisol y cuanta madre decida que necesitas para sobrellevar y sobrevivir al evento. Pudo haber sido por lo que viste en la tele, lo que te pasó realmente o percibiste. Ahora deben de pasar 24 horas para que los efectos del cocktail de químicos que te propinó tu cerebro se pasen.
Cuando recordamos algún evento que nos enojó o nos dolió, volvemos a sentir lo mismo ipso facto…el cerebro no es diacrónico, no sabe que solo lo recordabas, para el lo estás volviendo a vivir y te da lo que necesitas. De ahí la lógica de cómo con tus pensamientos te causas las enfermedades.

Las piensas, las sientes, ¿las niegas? Pos ahí te va un dolor que se introyectos en tu cuerpo para recordártelo y no sé te quitará hasta que lo atiendas. Suena tan lógico.
Yo llevo estos 10 meses ya en proceso de sanación, intentando vivir en el aquí y el ahora. Dejando de buscar afuera, eso que me hacía falta…hoy sé que es esa conexión con el universo, el cosmos, Dios, mi divinidad…que no está afuera ni en alguien más en particular que me vaya a sanar, sino está en mi, está en tí, está en Él, está en todos. Está en esta dimensión y en la 5ta, habita con el pasado, con el futuro, dónde no eres nada, no tienes nombre, no hay tiempo y es el espacio cuántico lleno dempos posibilidades para crear una mejor realidad.

Lo entiendo, lo vivo, y me sigue jalando. Busco trabajar en los cuatro aspectos que hay que tener equilibrados para que no se me baje la pila y aún no lo logro. Espiritual que era el más relegado le estoy dando. Mental, no sé, me sigo autojuzgando mucho, el físico, está en el cajón y el emocional está tan trastocado que me ha sido muy difícil poder ser quien soy, sin tanta mierda que me metió ese imbecil enfermo que me escogió como su presa y que yo tomé como tabla de salvación sin saber en lo que me metía.
Es tanta presión ver cómo ayudo a que mis hijos sanen después de ese infierno. Ok, los saqué y he sido valiente, pero de ¿dónde chingados se sacan todas las fuerzas, paciencia, templanza, constancia, perseverancia y todo lo que se requiere para ser la mejor versión de mi y ayudarlos a ellos a ser la mejor versión de ellos?  

Me enojo, me desespero, me desquicio, me canso, me harto. He tenido que volver a empezar de cero, comprar desde camas, ropa, ollas, vasos y el tener que hacer absolutamente todo en la casa sin la ayuda de nadie…si, buscando que elllos se responsabilicen más de sus cosas, pero ¿cómo pedirles algo que aveces ni yo cumplo?

Desde hacer la comida… en mi casa nunca aprendí mucho, me hicieron inútil, como el se burlaba. Nada me frena, yo siempre le pongo todas las ganas a algo, el siempre me aplicaba el quita risas… «¿qué no sabes? ¿Por qué lo pelaste así? De verdad no tienes idea de nada…» Pued así, menos. Dejé de intentarlo. Recogiendo la casa igual, el era un desastare y me desmotivaos tanto de recoger para que todo estuviera peor después…yo antes era súper ordenada, archivaba todo con folder rotulado encontraba todo. Acabé sin saber dónde estaban las facturas de los coches y varias cosas que me gustaría hoy tener…ni idea dónde estén. No se usar el crockpot ninla arrocera, ni hacer menús saludables que tanto me exigía y reclamaba. Me fue cortando las raíces y aún hay reminiscencias de la personalidad Bonsai que me propinó.

Quiero vovlver a ser esa jacaranda que era, con mis flores moradas tan adoradas y tan esperadas cada primavera.

Hoy fue un día lindo, difícil. Día del padre…tanto yo como mi hija seguimos teniendo pesadillas persecutoras que nos espantan el sueño. Hoy el pequeño se soltó llorando en cuanto llegamos a la casa. Está triste y no sabe por qué. Son las 12:17 AM y mientras el duerme en mi cama como favor especial hoy por el sentimiento que trae, yo estoy aquí en la cama de él con ella, con los ojos totalmente abiertos. ¿Cuándo podremos dormir ya tranquilos?

Por más que hago, aún no estamos bien. Pero yo hago lo que humanamente puedo para estar bien, para aguantar esos desplantes que ellos tienen tan aprendidos de él que me trataba con desdén y no sé daba cuenta, era lo normal. Ahora será lo nuevo normal otro. Pero me dan ganas de darle un mazazo para que se duerma. ¿Quién puede seguir aguantando a estas horas el seguir siendo la mejor madre posible y justificar o no tirarle mierda (el hace su trabajo solito) y decirles que está bien que extrañen a su papá? Es duro de manejar, esa dualidad esquizoide es dura de comprender, de aguantar y de vivir. Pero ya queda poco. No sé si será más fácil por fin dejarlo atrás…veremos y lo viviremos como todo…intensamente.
CADA ÓRGANO DAÑADO RESPONDE A UN SENTIMIENTO