El manejo de las emociones

Creo que es una de las cosas que más nos cuesta a los seres humanos. Si las emociones y los pensamientos son lo mismo, o las emociones causan ciertos pensamientos o estos causan las emociones… 

En realidad del cerebro y el corazón sabemos tan poco que ahora que se algo me parece un disparate no prestarle atención. Todo nos sería tanto más fácil, si nos conociéramos más desde hace tanto. Es decir, si tienes pensamientos obsesivos o te tiras al drama por algo que te pase (sea real o tu percepción-para el cerebro da igual) abre las llaves a los químicos más instintiva de supervivencia del estrés o «fright o fight». Harta adrenalina, cortisol y cuanta madre decida que necesitas para sobrellevar y sobrevivir al evento. Pudo haber sido por lo que viste en la tele, lo que te pasó realmente o percibiste. Ahora deben de pasar 24 horas para que los efectos del cocktail de químicos que te propinó tu cerebro se pasen.
Cuando recordamos algún evento que nos enojó o nos dolió, volvemos a sentir lo mismo ipso facto…el cerebro no es diacrónico, no sabe que solo lo recordabas, para el lo estás volviendo a vivir y te da lo que necesitas. De ahí la lógica de cómo con tus pensamientos te causas las enfermedades.

Las piensas, las sientes, ¿las niegas? Pos ahí te va un dolor que se introyectos en tu cuerpo para recordártelo y no sé te quitará hasta que lo atiendas. Suena tan lógico.
Yo llevo estos 10 meses ya en proceso de sanación, intentando vivir en el aquí y el ahora. Dejando de buscar afuera, eso que me hacía falta…hoy sé que es esa conexión con el universo, el cosmos, Dios, mi divinidad…que no está afuera ni en alguien más en particular que me vaya a sanar, sino está en mi, está en tí, está en Él, está en todos. Está en esta dimensión y en la 5ta, habita con el pasado, con el futuro, dónde no eres nada, no tienes nombre, no hay tiempo y es el espacio cuántico lleno dempos posibilidades para crear una mejor realidad.

Lo entiendo, lo vivo, y me sigue jalando. Busco trabajar en los cuatro aspectos que hay que tener equilibrados para que no se me baje la pila y aún no lo logro. Espiritual que era el más relegado le estoy dando. Mental, no sé, me sigo autojuzgando mucho, el físico, está en el cajón y el emocional está tan trastocado que me ha sido muy difícil poder ser quien soy, sin tanta mierda que me metió ese imbecil enfermo que me escogió como su presa y que yo tomé como tabla de salvación sin saber en lo que me metía.
Es tanta presión ver cómo ayudo a que mis hijos sanen después de ese infierno. Ok, los saqué y he sido valiente, pero de ¿dónde chingados se sacan todas las fuerzas, paciencia, templanza, constancia, perseverancia y todo lo que se requiere para ser la mejor versión de mi y ayudarlos a ellos a ser la mejor versión de ellos?  

Me enojo, me desespero, me desquicio, me canso, me harto. He tenido que volver a empezar de cero, comprar desde camas, ropa, ollas, vasos y el tener que hacer absolutamente todo en la casa sin la ayuda de nadie…si, buscando que elllos se responsabilicen más de sus cosas, pero ¿cómo pedirles algo que aveces ni yo cumplo?

Desde hacer la comida… en mi casa nunca aprendí mucho, me hicieron inútil, como el se burlaba. Nada me frena, yo siempre le pongo todas las ganas a algo, el siempre me aplicaba el quita risas… «¿qué no sabes? ¿Por qué lo pelaste así? De verdad no tienes idea de nada…» Pued así, menos. Dejé de intentarlo. Recogiendo la casa igual, el era un desastare y me desmotivaos tanto de recoger para que todo estuviera peor después…yo antes era súper ordenada, archivaba todo con folder rotulado encontraba todo. Acabé sin saber dónde estaban las facturas de los coches y varias cosas que me gustaría hoy tener…ni idea dónde estén. No se usar el crockpot ninla arrocera, ni hacer menús saludables que tanto me exigía y reclamaba. Me fue cortando las raíces y aún hay reminiscencias de la personalidad Bonsai que me propinó.

Quiero vovlver a ser esa jacaranda que era, con mis flores moradas tan adoradas y tan esperadas cada primavera.

Hoy fue un día lindo, difícil. Día del padre…tanto yo como mi hija seguimos teniendo pesadillas persecutoras que nos espantan el sueño. Hoy el pequeño se soltó llorando en cuanto llegamos a la casa. Está triste y no sabe por qué. Son las 12:17 AM y mientras el duerme en mi cama como favor especial hoy por el sentimiento que trae, yo estoy aquí en la cama de él con ella, con los ojos totalmente abiertos. ¿Cuándo podremos dormir ya tranquilos?

Por más que hago, aún no estamos bien. Pero yo hago lo que humanamente puedo para estar bien, para aguantar esos desplantes que ellos tienen tan aprendidos de él que me trataba con desdén y no sé daba cuenta, era lo normal. Ahora será lo nuevo normal otro. Pero me dan ganas de darle un mazazo para que se duerma. ¿Quién puede seguir aguantando a estas horas el seguir siendo la mejor madre posible y justificar o no tirarle mierda (el hace su trabajo solito) y decirles que está bien que extrañen a su papá? Es duro de manejar, esa dualidad esquizoide es dura de comprender, de aguantar y de vivir. Pero ya queda poco. No sé si será más fácil por fin dejarlo atrás…veremos y lo viviremos como todo…intensamente.
CADA ÓRGANO DAÑADO RESPONDE A UN SENTIMIENTO

Deja un comentario